El punto de partida, en Brasil, es el de los eventos programados para los próximos años: Copa Mundial de Futbol Brasil 2014 y Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, el 2016. En Salvador, el debate surgió tras mi presentación “A herença urbanistica dos grandes eventos”, y sirvió para detectar algunos paralelismos y especificidades entre los proyectos que se llevan a cabo en las distintas sedes del campeonato de fútbol, así como en la preparación de los Juegos Olímpicos con la mirada puesta en las experiencias recientes de otras ciudades, muy especialmente el caso de Barcelona. También fue objeto de análisis la experiencia de la Exposición internacional de Zaragoza de 2008, centrándose en los aspectos urbanísticos más relevantes: estrategias urbanas, impacto, proyectos asociados, etc.
Parque olímpico de Río 2016 (proyecto postolímpico) |
Salvador de Bahía: nuevo estadio 2014 |
Montevideo: Plan de Ordenamiento Territorial |
http://www.ub.edu/geocrit/b3w-895/b3w-895-3.htm
En una entrevista reciente, el conocido geógrafo y urbanista Peter Hall respondía así al preguntarle si creía que Barcelona está “muriendo de éxito”: “es una manera agradable de morir. Muchas ciudades lo desearían. En Europa hay muchas urbes en declive porque nacieron para cumplir una función que ya no cumplen. Para sobrevivir deben encontrar otra. Londres y Barcelona lo han hecho. Han perdido la mayoría de su industria, pero han encontrado otras actividades”. Ese diagnóstico contrasta fuertemente con otros que cuestionan el “modelo Barcelona” y sus implicaciones en la vida cotidiana de sus ciudadanos. Sólo por poner un ejemplo, el arquitecto y profesor Rafael Moneo, en un acto celebrado en el CCCB, decía recientemente que “el verdadero lujo es el de las ciudades sin turismo”. Una alusión indirecta a ese modelo de éxito del que Barcelona es un referente internacional.
Como profesor universitario y arquitecto urbanista, mi visión del urbanismo contemporáneo y, en particular, del “urbanismo de los eventos” resulta de una doble perspectiva. Por un lado, desde nuestro grupo de trabajo universitario en la UPC hemos analizado durante algún tiempo ciertos eventos, como los que han marcado la trayectoria urbanística de Barcelona en 1888, 1929 y 1992. Por otro, he estado implicado directamente (trabajando como urbanista durante cuatro años en la Expo de Zaragoza 2008) en un evento que, como los olímpicos, puede inscribirse en ese tipo de urbanismo que se ha calificado de estratégico. Con esa doble aproximación, académica y profesional, he podido comprobar la diversidad de enfoques e interpretaciones sobre el fenómeno de los eventos y, en general, del urbanismo estratégico contemporáneo. Una diversidad que todavía se amplía más al considerar las visiones de carácter periodístico, generalmente más críticas y, en todo caso, complementarias respecto a las anteriores.
Con intención de poner de manifiesto el interés de tener en cuenta esos puntos de vista tan diferentes, me parece oportuno comentar el urbanismo barcelonés al hilo de tres publicaciones recientes.
Barcelona olímpica y postolímpica
La primera publicación es un producto del área de Urbanismo, Infraestructuras y Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona: "Barcelona, Transformación, Planes y Proyectos" (2008). Se trata de un volumen que forma parte de una serie iniciada a principios de los años 80 por dicho departamento municipal. En las bibliotecas universitarias es posible encontrar esa serie de volúmenes que, con un mismo formato (30 x 30 cm) y una gran calidad técnica, describen el urbanismo barcelonés de las tres últimas décadas. Ese hecho es ya indicativo de cierta continuidad en las concepciones urbanísticas durante todos esos años, algo que cuestionan los que oponen radicalmente el “urbanismo cualitativo” de los años 80 frente al eventualmente economicista y especulativo de los últimos años.
Para algunos, esta presentación sistemática de los proyectos municipales puede ser entendida como una forma propagandística de la política municipal. Sobre todo si se atiende a algunas afirmaciones un tanto excesivas realizadas en el prólogo por el actual teniente de alcalde de Urbanismo sobre “la responsabilidad de gestionar el urbanismo de Barcelona, la ciudad en este aspecto más emblemática de Europa”. Pero el volumen tiene un contenido eminentemente técnico y se estructura en una serie de bloques que corresponden a los temas y ámbitos prioritarios de actuación urbanística: transformación, estructura, verde estratégico, proyectos urbanos, vivienda y barrios, ciutat vella. La reproducción de los documentos de carácter urbanístico y arquitectónico resulta de gran interés para conocer los instrumentos y los argumentos técnicos utilizados en las actuaciones de los últimos años. Porque una parte importante del “modelo Barcelona” se basa en las tentativas y los logros relativos a la integración de visiones sectoriales. Y esa es una aportación que queda suficientemente argumentada en un trabajo colectivo que corresponde al periodo postolímpico.
Barcelona y otras “ciudades olímpicas”Casi dos décadas después de la experiencia olímpica, Barcelona sigue siendo analizada en profundidad desde distintas perspectivas: geográfica, económica o histórica. No obstante, entre los centenares de artículos y publicaciones sobre el tema todavía no abundan los análisis comparados o con perspectiva internacional. Por ello, es importante resaltar la importancia de trabajos colectivos como el dirigido por J.R. Gold y M.M. Gold, Olympic cities: city agendas, planning and the world’s games, 1896- 2012 (Routledge, 2007, segunda edición en 2010). En el libro se interpretan los episodios olímpicos desde una perspectiva urbanística amplia. De los dieciocho capítulos, ocho son monografías o ensayos sobre otras tantas ciudades sedes de juegos olímpicos: Berlín 1936 (M.Meyer-Künzel), México D.F. 1968 (M.Barke), Montreal 1976 (D.Latouche), Barcelona 1992 (F.J.Monclús), Sydney 2000 (B.García), Atenas 2004 (M.M.Gold), Beijing 2008 (I.G.Cook), Londres 2012 (G.Evans). Además, un bloque introductorio incluye algunos ensayos de carácter general y otro se dedica a aproximaciones temáticas: financiación (P.Kitchin), promoción (S.V.Ward), regeneración urbana (J.Coaffee).
La visión comparada de este trabajo colectivo permite hacernos una idea de las continuidades y los cambios en el urbanismo olímpico y su relación con la trayectoria del urbanismo contemporáneo. La importancia del movimiento olímpico, naturalmente, va más allá de sus consecuencias urbanísticas. Pero es interesante entender que su utilización como estrategia urbanística no puede adscribirse de forma mecánica a la lógica de la globalización, como a menudo se ha interpretado el episodio de los Juegos de 1992 en Barcelona. Desde los Juegos de Londres en 1908 es posible comprobar impactos urbanísticos de cierta entidad. Y en los Juegos de Montreal de 1976 (casi una década después de la gran Expo de 1967) ya se utilizaban análisis de coste- beneficio, con una estrategia urbanística explícita.
El urbanismo de los eventos y los “proyectos emblemáticos”
En paralelo a esas aproximaciones académicas, han proliferado otras visiones, generalmente más críticas, entre las que domina una perspectiva periodística. Aunque centrado en la arquitectura “estelar” y sus eventuales efectos urbanísticos, es destacable el libro de Ll. Moix, Arquitectura milagrosa. Hazañas de los arquitectos estrella en la España del Guggenheim (Anagrama, 2010). Se puede decir que el trabajo prolonga las investigaciones periodísticas del autor, cuyo libro “La ciudad de los arquitectos” (Anagrama, 1994), supuso una aportación interesante para conocer el papel de los técnicos en el urbanismo barcelonés.
En este ameno libro, el urbanismo reciente de Barcelona se presenta junto a otros episodios de “arquitectura estelar” y urbanismo estratégico en ciudades españolas. El autor sitúa en paralelo fenómenos como el de Bilbao, Valencia o Santiago en relación al de Barcelona o Zaragoza. Es decir, ciudades “sin eventos” pero con grandes “operaciones emblemáticas” presididas por arquitecturas estelares, junto a otras en las que los diferentes eventos (JJ.OO. 1992, Forum 2004, Expo 2008) suponen hitos importantes porque los plazos fijado para la celebración de los mismos supone ya compromisos ineludibles y marca las agendas de las instituciones, de los políticos y de las operaciones arquitectónicas y urbanísticas.
El autor, que ya había publicado una esclarecedora monografía sobre el papel de los arquitectos en la Barcelona olímpica (“La ciudad de los arquitectos”, Anagrama, 1994), efectúa una revisión crítica de las iniciativas de los últimos años asociadas a la proliferación de arquitecturas singulares y arquitectos estrella en diversas ciudades españolas, como parte esencial de un ciclo que ha marcado la economía y la política de las mismas. La confianza en el “potencial milagrero” de la arquitectura icónica y de los arquitectos estrella o la desmesura de algunas de esas operaciones no lleva a Llatzer Moix a generalizaciones excesivas, prestando especial atención a los casos de la “Ciudad de la Cultura” de Santiago de Compostela y a la “Ciudad de la Artes y las Ciencias” de Valencia. Porque es cierto que cada una de esas historias nos lega una enseñanza diferente. En esas dos ciudades, la lección es que “la conjunción de clientes inexpertos con arquitectos incontinentes conduce a la desmesura y al derroche de dineros públicos”.
En el caso de Barcelona, a pesar de su tradición urbanística y arquitectónica, la ciudad tampoco se ha librado de la “fiebre estelar”. Así, entre las “lecciones desaprendidas”, el autor explica de forma convincente la pérdida de un primer espíritu de intercambio cultural presente en el periodo olímpico, y su desplazamiento paulatino por la mercadotecnia de la imagen y de las apuestas icónicas. “La cultura, por la economía”. La visión irónica del autor sobre los penúltimos episodios – el edificio Fórum, la Torre Agbar o la remodelación del Camp Nou- resulta especialmente ilustrativa de esos cambios, pues Barcelona, que antes había sido considerada un referente internacional, actúa cada vez más como tantas otras ciudades, “primando las promociones arquitectónicas de marca, espectaculares, icónicas”. Aunque es cierto que la imposición del mundo del espectáculo y de las marcas, con la consiguiente espectacularización de la arquitectura, no es un fenómeno que haya aparecido de la noche a la mañana, como se comprueba en la proliferación de edificios singulares desde hace bastante más de dos décadas.
Bibliografía
AA.VV. Barcelona, Transformación, Planes y Proyectos. Ayuntamiento de Barcelona, 2008.
GOLD, J. R. y GOLD, M.M. (eds.). Olympic cities: city agendas, planning and the world’s games, 1896- 2012. Londres: Routledge, 2007, segunda edición en 2010.
MOIX, Ll. Hazañas de los arquitectos estrella en la España del Guggenheim. Arquitectura milagrosa. Barcelona: Anagrama, 2010.
MONCLÚS, J. El 'modelo Barcelona' ¿Una fórmula original? De la 'reconstrucción' a los proyectos urbanos estratégicos (1997-2004). Perspectivas Urbanas / Urban Perspectives, octubre 2003, vol 18, nº 4 <http://www.ub.edu/geocrit/b3w-895/www.etsav.upc.es/urbpersp>. Versión inglesa: MONCLÚS, .J. The Barcelona Model: an original formula? From "Reconstruction" to Strategic Urban Projects (1979-2004).Planning Perspectives, 18, 4, 2003.
Referencias adicionales:
GORDILLO, A., “Qual o plano de Cidade na Copa 2014?”, Bahia Na Rede (27.04.2011)
http://blogbahianarede.wordpress.com/2011/04/27/qual-o-plano-de-cidade-nos-projetos-da-copa-2014/
SCHELOTTO, S. , “La ciudad de Montevideo: ¿una metrópoli policéntrica?”, Centro-h, Revista de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Centros Históricos, No. 2, diciembre 2008
MONCLÚS, F.J., GUARDIA, M. (eds.), Culture, Urbanisme and Planning, Ashgate, Londres, 2006
Javier Monclús