El taller de la asignatura Urbanismo 2: Proyectos Urbanos se ha desarrollado durante el primer cuatrimestre del curso en la ciudad de Lyon. Concretamente, en el área de La Confluence, al Sur de la península donde confluyen el Ródano y el Saona, los dos ríos que bañan la ciudad francesa y que es, en la actualidad, una de las mayores áreas de reconversión urbana en Europa.
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Foto aérea de Lyon, con la zona de La Confluence al sur de la península (a la derecha de la foto)
Fuente: Grand Lyon |
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Reconstrucción del parcelario de Lyon, hacia 1745. El río Ródano al Este y el Saona al Oeste.
Fuente: Atlas de ciudades históricas europeas. Francia |
Contexto histórico:
Los terrenos de la Confluence se fueron consolidando a lo largo de los siglos a partir de la sedimentación de los ríos y la construcción de diversos diques en las riberas. La Confluence no se configuró como la conocemos hoy en día ni fue ocupada hasta mediados del siglo XIX. La ciudad romana había crecido en la margen derecha del Saona, aprovechando la pronunciada ladera que se forma en esta ribera. Posteriormente, el desarrollo urbano fue ocupando las zonas al norte de la península entre los dos ríos, en la colina de la Croix Rousse. La ciudad medieval tuvo un lento crecimiento hacia el Sur, sin atravesar la margen izquierda del Ródano, lo que se produjo a partir del siglo XVIII. A mediados de este siglo, el aumento demográfico supuso los primeros planes de ensanche de la ciudad por parte del arquitecto Morand, en 1767, para la zona Este, en la margen izquierda del Ródano y del arquitecto Perrache, en 1770, para la zona sur de la península.
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Planes de extensión de Morand, en 1767, al Este y Perrache, en 1770, al Sur.
Fuente: Atlas histórico de ciudades europeas. Francia |
Estos planes tardaron en ejecutarse. El primer plan de Perrache no contemplaba la ocupación de la Confluence, lo que no se produjo hasta 1826. Una de las primeras actividades que se implantaron en el área fue la prisión de Saint-Joseph, en 1830. En 1853 finalizó la conexión férrea entre las líneas Paris-Lyon y Lyon-Mediterráneo a la altura de la calle Verdun, junto a la estación ferroviaria de Perrache, que se inauguró en 1857. La construcción del puerto de Rambaud, en 1926, en la margen izquierda del Saona, marcaría definitivamente el carácter industrial y ferroviario de la zona, que se completaría en 1976 con la aparición del gran intercambiador de transportes.
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Puerto de Rambaud, en la margen izquierda del río Saona
Fuente: Web de la Biblioteca Municipal de Lyon |
El desarrollo del intercambiador supuso la creación de una importante barrera urbana para la Confluence. Esta construcción se ha mostrado en la actualidad como uno de los mayores inconvenientes a la hora de su reconversión. Sus grandes dimensiones, la contaminación que produce y su imagen infraestructural, muy alejada de una escala humana y peatonal, lo convierte en uno de los lugares de actuación más necesarios para la conexión con el resto de la ciudad.
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Intercambiador de Perrache en 1995.
Fuente: Atlas histórico de ciudades europeas. Francia |
A partir de 1985, la actividad portuaria de Rimbaud comenzó a decaer frente al pujante puerto Eduard Herriot, ubicado más al sur, en la margen izquierda del Ródano, produciéndose su cierre definitivo en el año 1995. En ese momento, la Confluence ya se configuraba como un área estratégica para la ciudad, debido a su potencial como foco de centralidad, derivada de la expansión urbana del Gran Lyon, que la había colocado en una posición central, y a su ubicación en el encuentro de los dos ríos. El Ayuntamiento impulsó rápidamente la recalificación del área y su transformación urbana en una nueva área residencial de usos mixtos.Como dijo entonces Raymond Barre, alcalde de la ciudad hasta 2001,
"si Lyon abandona el proyecto de la Confluence, volverá a convertirse en una pequeña ciudad de provincias".
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La Confluence a fnales de los años 90.
Fuente: Web de la Biblioteca Municipal de Lyon |
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Ortofoto de Lyon, año 2001. Fuente: Google Earth.
Ubicación estratégica de la Confluence en el entorno del Gran Lyon |
Desde el principio, el modelo de transformación urbana para la Confluence fue la Barcelona olímpica, lo que ayudó a la adjudicación del concurso internacional convocado en 1997 a la propuesta realizada por el equipo de arquitectos MBM (Martorell, Bohigas y Mackay), junto con el Atelier Melot y la paisajista Catherine Mosbach. El proyecto urbano plantea una ordenación muy similar a la realizada en la villa olímpica barcelonesa. Los principios de diseño, al igual que en Barcelona, confían en la manzana cerrada la conformación de la trama urbana, en la que destaca una gran avenida sinuosa como arteria principal, atravesando el sector de norte a sur. Otro de los principios de diseño es la generación de una nueva relación con el agua circundante. Esta relación se materializa en varios puntos: la generación de una zona pública a lo largo de la ribera del Saona; el tratamiento urbano de la autopista junto a la ribera del Ródano; la inclusión del agua en la trama urbana con una nueva dársena transversal al río Saona y la creación de una marina al Sur del sector. Se propone una red de espacios públicos que conecta con un gran parque al Sur, en la punta de la confluencia. El protagonismo arquitectónico de la propuesta recae en la singularidad de una torre en el límite Sur y un gran edificio público, de diseño cilíndrico, junto a la nueva dársena. El equipo desarrolla el proyecto y en octubre de 1998 tiene lugar la exposición
"Lyon Confluence, projet urbain", con gran afluencia de público y numerosas aportaciones a la propuesta.
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Planta y maqueta de la propuesta de MBM en 1997.
Fuente: Web de la Confluence |
Dada la envergadura del proyecto, de unas 150 Ha de extensión, y el interés público suscitado, en 1999 se se crea la SEM Confluence, sociedad mixta de capital público-privado, a la que se encomienda la gestión del sector. La recién creada sociedad contrata al equipo liderado por el urbanista François Grether y el paisajista Michel Desvigne para desarrollar y concretar las propuestas iniciales. Los estudios realizados posteriormente inciden en la operatividad y gestión del proyecto, más que en la definición formal. Los nuevos gestores incluyen algunas cuestiones de la primera propuesta, como la nueva dársena y el tratamiento de las riberas, pero modifican la mayor parte del proyecto, por considerarlo poco realista. La propuesta barcelonesa no tiene en cuenta algunas de las preexistencias, como las construcciones industriales, portuarias y ferroviarias todavía existentes. Tampoco se contempla en el desarrollo del proyecto el soterramiento de las vías y el desmantelamiento de la autopista, cuestiones complejas y de competencia nacional. En esta situación, se plantea un desarrollo en dos áreas de intervención o ZAC (Zones d´amenagement concerté), según la disponibilidad de los suelos. La rehabilitación de las construcciones existentes en la zona de Perrache se traslada a una fase posterior.
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División del área en las diversas fases o ZACs
Fuente: Web Lyon-Confluence |
La primera fase o ZAC 1 comprende la construcción de la nueva dársena, denominada como Plaza naútica, el tratamiento de las riberas del Saona, la rehabilitación y reutilización, según el caso, de las preexistencias portuarias, la construcción de una red de tranvía y la creación de un nuevo distrito residencial, en una superficie de 41 Ha, de las cuales se reservan 22,5 Ha para espacios públicos, con un total de 1.700 viviendas. El plan dispone diversos lotes edificatorios para ser construidos en diferentes promociones mediante concursos previos. Las obras del sector comienzan en 2005 y en 2010 tiene lugar la inauguración de la plaza náutica, el espacio público más característico del área. También en este periodo se ejecuta la remodelación de las riberas del Saona, cuyo acertado tratamiento paisajístico corrió a cargo de Michel Desvigne. En la actualidad, el primer sector se encuentra construido en su mayor parte.
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Infografía con el tratamiento paisajista de las riberas del Saona de Michel Desvigne.
Fuente: Web de la biblioteca municipal del Lyon |
Al contrario que en la propuesta inicial de MBM, la configuración definitiva confía su definición urbana al conjunto de objetos arquitectónicos más que a la continuidad y conexión de los espacios públicos. Tanto la plaza náutica como la urbanización de las riberas destacan por su tratamiento paisajístico y su capacidad como espacios públicos de relación, pero no existe una continuidad o red de espacios públicos, que resultan en la mayoría de los casos inconexos entre ellos. La mayor parte del espacio la ocupa el gran centro comercial anejo a la dársena y, entre los edificios públicos, destaca la excesiva sede administrativa de la región, fuera de escala con el entorno. El área se convierte en una amalgama de hitos arquitectónicos, tanto en las soluciones residenciales como en los edificios situados lo largo de la ribera, de diversos usos. Los arquitectos de renombre que se encuentran en el sector son más que numerosos. Por citar algunos: MVRDV, KengoKuma, Rudy Riccioti, Jacob & Mc Farlane, etc.
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Plano de las obras realizadas en la primera fase o ZAC1
Fuente: Web de la Confluence |
Ejercicio de Taller:
El ejercicio de taller se centra en una propuesta para la ZAC 2, todavía no ejecutada. El sector cuenta con una superficie de 35 Ha y tiene prevista la construcción de 2.000 viviendas, con un total de 420.000 m2 construidos, la mayor parte destinada a usos terciarios. Los arquitectos Herzog y de Meuron realizaron una propuesta para el sector en el año 2009. Como características más importantes de la ordenación planteada cabe destacar la continuación de la trama urbana existente en la zona de Perrache, la disposición de los bloques en manzanas semiabiertas, con una amplia variedad tipológica, de alturas y de usos, así como la cuidada atención a las edificaciones industriales preexistentes, adecuando la ordenación para integrar aquellas que se consideran dignas de conservación. Al igual que la propuesta de MBM, entre los espacios públicos destaca un parque equipado al Sur. El protagonismo arquitectónico también se delega en un elemento de altura, en este caso en dos grandes torres de usos mixtos en el límite norte del parque pero, sobre todo, en el museo de la Confluence, situado en la punta de la península, obra de Coop Himmelblau, recién inaugurado. La gran superficie verde dispuesta al Sur contrasta con la alta densidad de la zona construida, en la que no se encuentra un espacio público de relación de cierta entidad y en la que la gran cantidad de edificaciones dispuestas tampoco ofrece amplios espacios en el interior de las manzanas.
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Maqueta, planta y detalle de la propuesta para el ZAC 2 de Herzog y de Meuron
Fuentes: Web del estudio Herzog y de Meuron y Plataforma Arquitectura |
El ejercicio planteado para el taller mantiene la densidad residencial propuesta en la ZAC2, pero reduce significativamente la superficie destinada a usos terciarios: comercios y oficinas, por considerarlos excesivos para las expectativas actuales y el carácter del distrito. La intención inicial prevista de generar un nuevo CBD (Central Business District), actualmente en la zona de Part Dieu, contrasta con la realidad del ámbito, que ha derivado más en un sector residencial que en el nuevo centro de negocios de la ciudad. La propuesta de Herzog y de Meuron sirve como un excelente punto de partida para analizar las cuestiones más importantes que surgen en el sector, tales como:
- La conexión con las áreas ya construidas, sobre todo con los espacios públicos más representativos, la plaza náutica y las riberas del Saona.
- El tratamiento de la autopista A7, en la ribera del Ródano, de difícil supresión por ser una arteria fundamental en la circulación metropolitana, y cuya transformación es de competencia estatal.
- La creación de un sistema de espacios libres que sirva de elemento estructural de la Confluence, en estos momentos concebido como un conjunto de piezas inconexas.
- El tratamiento de las zonas ferroviarias, teniendo en cuenta la supresión de la mayoría de las vías existentes, y la permeabilidad entre el sector y la ribera del Saona a través de las líneas férreas que permanecen.
- La conexión con el museo de la Confluence, recientemente inaugurado, en estos momentos de muy difícil acceso a través de un nudo viario.
- La elección de tipologías adecuadas al entorno, con criterios de sostenibilidad ambiental, buscando una mezcla de usos adecuada.
Con estas premisas se plantea una primera fase de análisis crítico y esquemas de propuestas que serán contrastadas y confirmadas o desechadas, según el caso, con la visita al lugar de actuación.
Viaje a Lyon:
Una vez efectuado el análisis del lugar, se realizó un viaje a Lyon para comprobar in situ las primeras conclusiones y propuestas. El viaje se desarrolló entre el 30 de octubre y el 1 de noviembre de 2014, visitando no solo el lugar de actuación sino también las principales obras arquitectónicas y urbanísticas de la ciudad y su entorno. Para la realización del viaje fue de gran ayuda la guía de Archibooks, realizada por diversos autores:
Grand Lyon Architectures Contemporaines, del año 2011. Dada la brevedad del viaje, se realizó un programa intenso, intentando aprovechar al máximo la visita. El recorrido comenzó el jueves día 30 en la ópera de Lyon, restaurada por Jean Nouvel en los años 90. La actuación de Nouvel mantiene las fachadas del edificio construido por los arquitectos Pollet y Chenavard en el siglo XIX y plantea una ampliación tanto hacia el subterráneo como en las plantas superiores, con un tambor cilíndrico que emerge y sirve para albergar las actividades de danza, que consiguen unas vistas privilegiadas de la ciudad.
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Planta superior de la ópera de Lyon. Salón de ballet.
Fuente: Grand Lyon Architectures Contemporaines |
Contigua a la ópera se encuentra la Place des Terreaux, el espacio urbano más emblemático del centro de la ciudad. La plaza ocupa unos antiguos terrenos de relleno, no aptos para la edificación, que han sido objeto de diversas actuaciones a lo largo de los siglos. La última renovación data de los años 90, realizada por el arquitecto Christian Drevet y el artista Daniel Buren. La necesidad de construir un aparcamiento subterráneo, la peatonalización del espacio y el carácter monumental de varios de los edificios existentes en la plaza, como el Ayuntamiento o el convento de Saint-Pierre, actual Museo de Bellas Artes de Lyon, llevaron a configurar el carácter de "plaza dura" del espacio, tan utilizado en aquellos años, para resaltar el protagonismo de la arquitectura que define el espacio urbano. También para enfatizar el espacio, y debido a la construcción del aparcamiento se desplazó al Norte, enfrente del museo, la fuente de Bartholdi, ubicada en el centro de la plaza desde su colocación en el año 1891. En la actualidad, pudimos comprobar que el estado de deterioro de la plaza necesita una reflexión y actuación respecto a su tratamiento urbano.
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De Este a Oeste: La Ópera, el Ayuntamiento y la Place des Terreaux
Al Sur de la plaza, el Museo de Bellas Artes. Fuente: Bing Maps |
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Foto de grupo en la Place des Terreaux, con la fuente de Bartholdi al fondo |
A partir de allí realizamos un recorrido por el centro de Lyon hasta llegar a la actuación realizada en las riberas del Ródano en el año 2007 por la arquitecta Françoise-Hélêne Jourda y los paisajistas In Situ. La emblemática actuación comprende una longitud de 5 kilómetros en la ribera izquierda del Ródano, en los que se desarrollan diversas áreas y actividades públicas, con juegos para niños, toboganes, actividades deportivas, escalinatas, fuentes y láminas de agua, en un recorrido peatonal y ciclista, con rampas que van salvando el desnivel en distintos puntos del recorrido y que configuran un conjunto de gran calidad urbana y paisajística en su tratamiento, que se ha convertido en uno de los puntos de mayor afluencia para los habitantes de Lyon. El estudio de la sección y los elementos utilizados nos sirvieron de referencia para la actuación a llevar a cabo en el área de la Confluence.
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Un descanso en el paseo superior de las riberas del Ródano |
Continuando por la margen izquierda del Ródano nos acercamos a diversos edificios cercanos, como los apartamentos Moncey-Nord, de Zumbrunnen, Gut y Sillan, de los años 60, un ejemplo de actuación moderna con una clara influencia de la Unité corbuseriana, en los que destaca, como elemento de relación, el corredor elevado. Sin duda, su ubicación central ha evitado el deterioro social de los bloques. También visitamos el nuevo palacio de Justicia de Yves Lyon y Alan Levitt, con Alexandre Chemetoff como paisajista, del año 1995, con diversos bloques en forma de peine y un acertado tratamiento de los espacios interbloques como elemento más destacado del proyecto, así como la plaza pública de entrada. El edificio refleja la intención de dar una visión más moderna y menos rigurosa de la justicia. El nuestro recorrido volvimos a la gran plaza de Bellecour, ya de nuevo en la península. En esta plaza, una de las más grandes de Europa, confluyen las dos calles principales de Lyon que conectan con la Opera y la Plaza des Terreaux: la calle de la República y la Avenida de Edouard Herriot.
La última visita de la tarde fue el barrio residencial de los Etats-Unis, de Tony Garnier, realizado a principios de los años 30, como parte del programa de vivienda social impulsado por el Ayuntamiento. Garnier, conocido sobre todo por su propuesta ideal de la
Cité Industrielle, tuvo la oportunidad de plasmar en este barrio residencial parte de sus ideas urbanas. En su diseño tuvo en cuenta las condiciones habitacionales para la vida de los obreros y planteó una jerarquización de vías, con una avenida central y la alternancia entre vías rodadas y vías peatonales, en cuyo tratamiento se plantean zonas estanciales. Aunque el aumento de densidad respecto a lo previsto conllevó un aumento de alturas hasta llegar a bloques de baja y cinco alturas, el asoleo y la ventilación fueron cuestiones de importancia en la configuración del
quartier, procurando una adecuada disposición de las viviendas. El área ha tenido una progresiva rehabilitación desde los años 80, que ha ido introduciendo en los murales motivos de las obras e ideas de Garnier, formando un museo urbano a lo largo del barrio.
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Vista aérea del barrio. Fuente: Bing maps. |
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Jerarquización de vías. Calles rodadas y zonas peatonales. Museo urbano a través de los murales de las viviendas |
En nuestro viaje a Lyon no podía faltar uno de los grandes hitos de la arquitectura moderna: el convento de La Tourette, de Le Corbusier, ubicado a 40 kilómetros al noroeste de Lyon. En la visita guiada que realizamos a la mañana siguiente, pudimos comprobar la vigencia de la fuerza y rotundidad de esta obra maestra del Movimiento Moderno, que recorrimos tanto por sus diferentes espacios interiores como por todo su perímetro exterior, apreciando, entre otros, la musicalidad del cerramiento del comedor y el carácter místico del espacio de la capilla.
El recorrido matutino continuó en el barrio de La Duchere, actualmente en proceso de una importante renovación urbana. En este barrio destaca como hito la
Tour Panoramique, una torre de hormigón de gran calidad, obra de François-Régis Cottin, de 1972 y los grandes bloques laminares que están siendo objeto de restauración en estos momentos. En el recorrido pudimos comprobar la conflictividad social latente en el barrio, ya que nuestro autobús tuvo que emprender la huida tras recibir una pedrada de unos jóvenes residentes en el barrio.
Desde allí nos dirigimos al lugar de actuación de nuestro taller: La Confluence. La visita comenzó en la plaza náutica, donde tienen parada el autobús y el tranvía. Pudimos recorrer la zona y ver el acertado tratamiento urbano de la plaza, en la que destaca la escalinata del principio de la dársena. La variedad tipológica residencial crea una gran heterogeneidad en el frente de la plaza que, sin embargo, resulta mucho más adecuada que la gran superficie comercial situada enfrente.
En el interior del ZAC 2 se sitúa la Maison de la Confluence, el punto de información sobre la transformación urbana del distrito, con paneles y medios audiovisuales sobre este desarrollo urbano. En la Maison pudimos contemplar la maqueta del nuevo barrio y resolver las dudas sobre algunas cuestiones a la hora de actuar en este entorno, como el mantenimiento de únicamente dos vías ferroviarias respecto a las numerosas que existen actualmente y la dificultad de suprimir la autopista A7, al ser la única vía de acceso rápido que atraviesa la ciudad. Además, el Estado no tiene prevista una alternativa a corto plazo.
Posteriormente, realizamos un recorrido por el lugar, tanto por las zonas ya urbanizadas, como por el ámbito de nuestra propuesta. De las zonas ya ejecutadas cabe destacar la calidad urbana de las riberas del Saona y el tratamiento de la plaza náutica, estropeada en parte por la presencia, ya comentada, del centro comercial. Pudimos ver in situ algunos de los hitos arquitectónicos del lugar. Entre otros, el edificio de viviendas Monolithe, de MVRDV y Erik van Egeraat, entre otros, y el icónico cubo naranja de Jacob & Mc Farlane, destinado a oficinas. Entre los espacios urbanos, nos sorprendió gratamente el patio ubicado entre las manzanas residenciales construidas, donde el desnivel y el tratamiento de la vegetación daban como resultado un espacio muy agradable de adecuada escala.
También pudimos comprobar el estado del lugar de actuación y su necesidad de urbanización, así como la barrera que supone actualmente la autopista, y la difícil conexión que el nudo viario del sur y las vías ferroviarias suponen, tanto con el ya inaugurado museo de la Confluence, de Coop Himmelblau, como con el espacio ya urbanizado en las riberas del Saona.
El recorrido finalizó dirigiéndonos de nuevo a la orilla izquierda del Ródano, para visitar otra obra maestra de Tony Garnier, el Halle Garnier, de 1914, pabellón rehabilitado en el año 1988 y actualmente destinado a ferias y exposiciones, como la de alimentación que se estaba realizando en el momento de nuestra visita.
Propuestas urbanas:
De vuelta a Zaragoza, al análisis realizado previamente se añadió la información y el aprendizaje obtenidos en el viaje, como herramientas con las que los alumnos desarrollaron las diversas propuestas urbanas para el ZAC 2 de la Confluence, de las incluimos una pequeña muestra.
El ejercicio planteado por Daniel Herrera, Jorge Moreno y Diego Peiró realiza un análisis de la situación actual y las preexistencias del ámbito, en las que se aprecia la amplia heterogeneidad de espacios y tipologías edificatorias, así como la falta de conexión entre las diferentes zonas ya urbanizadas de la Confluence.
Su propuesta para el sector se basa en la concentración de la edificación residencial y de usos terciarios en dos zonas: una a lo largo de la arteria principal de la península, la Cours Charlemagne, y otra al Norte, en la continuación de la trama existente en la zona de Perrache, junto a la autopista. Esta concentración edificatoria permite la creación de un gran pulmón verde en la zona central del ámbito, que conecta los diferentes espacios públicos ya existentes, desde la plaza naútica hasta el museo de la Confluence. Para el acceso al museo se plantea, además, una pasarela sobre la autopista.
Las tipologías de bloques laminares en disposición de hebra permeabilizan las conexiones transversales del parque con la zona de riberas. La solución tipológica y el tejido urbano resultante recupera algunos principios de la tradición moderna, teniendo en cuenta la disposición y orientación para un correcto asoleo y comportamiento energético. La actividad del parque se potencia mediante la disposición de pequeños locales a lo largo de sus recorridos peatonales, sobre todo el central, con la intención de convertirlo en el polo de atracción de la vida urbana del barrio.
En cambio, la propuesta de Macarena Aínsa, María Angosto y Mª Eugenia Bahón propone una ocupación más intensiva del suelo, mediante la sucesión de diversos espacios públicos de escala reducida, que se van conectando entre sí. Estos espacios se suceden con diferentes tratamientos y usos, intercambiando zonas verdes y pavimentadas, así como usos residenciales y equipamientos. Las plazas conectan los dos espacios públicos principales, situados a ambos extremos del ámbito. Al Norte, se plantea la continuación de la plaza náutica hasta la ribera izquierda del Ródano mediante una nueva pasarela peatonal. Al Sur, la trama residencial se remata con unos locales comerciales de baja altura, que dan frente al parque que enlaza el sector con el Museo de la Confluence.
Se propone una diversidad tipológica, planteando un zócalo profundo que permite la disposición de aparcamientos subterráneos, locales en planta baja y dos bloques laminares, con el bloque más retrasado de mayor altura y con una conexión entre ellos en planta primera, como espacio de relación. El acceso a la ribera del Saona se plantea mediante una pasarela elevada para salvar las vías, que parte de una gran plaza pública de usos mixtos. Este equipo aborda el tratamiento de la autopista, planteando una parte subterránea para ocupar parte de las riberas del Ródano y acercar a la población a la orilla del río.
La propuesta realizada por Hugo Gómez, Alberto Ibáñez y Mario Vera supone un planteamiento similar a la primera propuesta, con un amplio espacio público en la zona central, libre de circulación rodada, pero en este caso con un planteamiento de bloques dispuestos en manzanas semiabiertas. El trabajo parte del estudio de los diferentes tejidos urbanos de la ciudad y el entorno para plantear una combinación de tipologías edificatorias, alternando torres con bloques laminares para los distintos usos y mayores superficies para las edificaciones destinadas a equipamientos. La edificación terciaria se concentra en la zona rodada de mayor tránsito urbano, en relación con las zonas comerciales existentes. La conexión con el Quai Rimbaud, en la orilla del Saona, se plantea mediante una pasarela elevada hacia el Sur del ámbito. El parque se resuelve mediante una sucesión de bandas paralelas transversales que conectan los diferentes bloques.
Por último, la propuesta de Rodrigo Anchelergues, Carlos Beltrán y Elettra Mattoni tiene como elemento principal la creación de una nueva estación de tranvía y cercanías en la zona Sur del ámbito para dar servicio al sector de la Confluence. La estación, que sirve de punto de conexión entre las dos partes a ambos lados de las vías férreas, conduce a un espacio central o gran plaza, dominada por un equipamiento de entidad, en el que los alumnos proponen un Palacio de Congresos o un uso similar, que podría servir de apoyo y complemento al museo de la Confluence. Esta plaza se configura con dos torres de oficinas y bloques residenciales que albergan zonas comerciales en las plantas bajas.
El otro nodo de la propuesta se sitúa en el extremo Norte del ámbito, donde se amplía el edificio existente de La Marche Garé, actualmente una pequeña sala de conciertos, y se añaden nuevos edificios, planteando una plaza configurada por diversos equipamientos culturales, que sirva como nuevo centro cultural tanto para los nuevos habitantes como para los ya residentes en la zona de Perrache. Estos dos nodos se conectan mediante un parque lineal. El parque se acompaña de diversas tipologías residenciales que se integran en las zonas verdes. En cuanto a la autopista, la propuesta plantea un diseño más urbano y actúa en el nudo Sur para facilitar la conexión con el museo. Junto a las vías se proyecta un parque equipado con zonas y pistas deportivas. Tal como explican los autores en su proyecto,
"enlazando así el proyecto por todos sus extremo de modo que pase de ser una parcela residual a un nuevo nodo de atracción de la ciudad en pleno centro".
Estas son algunas de las propuestas realizadas por los alumnos para La Confluence. Se trataba de la primera vez que los futuros urbanistas se enfrentaban a un entorno de gran escala, con una problemática variada y compleja por resolver, y se puede decir que la mayoría de ellos han resuelto los diferentes problemas que se plantean en el sector de manera adecuada, siendo el resultado global del ejercicio bastante satisfactorio. En la mayoría de los casos se ha tenido en cuenta la importancia de la continuidad y la creación de conexiones entre las diferentes barreras y obstáculos físicos, para crear y potenciar nuevos espacios de relación, transformando los límites en enlaces y oportunidades para la actividad urbana. Estas conexiones han tenido como principal elemento conector al espacio público en sus diferentes dimensiones: calles, plazas y parques, atendiendo no solo al tráfico rodado sino, sobre todo, a las transiciones peatonales. La ordenación y distribución de los diferentes usos ha tendido a una mayor mixticidad, como método para crear un entorno urbano más diverso, rico y complejo, mediante la disposición de diversas tipologías, buscando, dentro de una adecuada densidad, el correcto asoleo y ventilación de las viviendas. Tanto por el enriquecimiento y conocimiento adquirido durante el curso como por el viaje realizado a Lyon, se confía en que los alumnos hayan aprovechado y disfrutado el curso, al menos, tanto como los que lo hemos impartido.
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Foto de grupo en el convento de la Tourette |
Andrés Fernández-Ges
Profesor de Urbanismo de la EINA