“París no se acaba nunca”, la frase es de Hemingway, aunque el libro del mismo título es de Enrique Vila-Matas, quien evoca su estancia en París a principios de los años 70 en su visita treinta años más tarde. Efectivamente, en cualquier visita a la ciudad, la sensación que siempre tenemos es que París es inabarcable. París no puede visitarse en menos de una semana, tampoco en menos de un mes ni de un año. Tampoco cabe en un libro, ni en el excelente Centro de documentación urbana que es el Pabellón del Arsenal.
Vamos con el libro, de Simon Teixer, “París contemporain. De Haussmann a nos jours, une capitale a l’ere des métropoles. Architecture et Urbanisme”, es el título de una importante publicación que aborda, de forma exhaustiva e intencionada, los últimos 100 años del urbanismo y de la arquitectura urbana parisina.
Vamos con el libro, de Simon Teixer, “París contemporain. De Haussmann a nos jours, une capitale a l’ere des métropoles. Architecture et Urbanisme”, es el título de una importante publicación que aborda, de forma exhaustiva e intencionada, los últimos 100 años del urbanismo y de la arquitectura urbana parisina.
Teixer comienza su monumental trabajo aludiendo a una reflexión de J.C. Forestier a principios del siglo “algunos americanos dicen que París es una finished city, una ciudad acabada. Lo cual puede entenderse de dos maneras: una ciudad terminada y perfecta o una ciudad “acabada” (finie) que, después de haber alcanzado su apogeo, no puede más que declinar”. El autor se interesa por las permanencias y los cambios en las formas urbanas, reconociendo que el siglo XX parisino ha estado marcado por la reflexión constante sobre la forma urbana. Arquitectos y urbanistas no son, evidentemente, los únicos creadores de esas formas, habría que tener en cuenta a ingenieros, funcionarios, políticos, promotores, etc. Pero la obra no puede abarcar todos los actores que hacen la ciudad y se centra en los primeros, aunque también aparecen los políticos sin los cuales es casi imposible entender los procesos urbanos. No se trata tanto de historia urbana “en la medida que no se pretende conjugar la historia de los proyectos y realizaciones con la historia de las prácticas asociadas”. A pesar de la prudencia y el rigor de la aproximación, el autor apunta hipótesis de gran interés para conocer en profundidad el urbanismo parisino. La obra se estructura en tres periodos y siete capítulos que responden a la vez a rupturas políticas y a mutaciones en la forma de entender la ciudad, todo ello “sin ceder al cronomorfismo”.
E. Henard, Proyecto para la Exposición de 1900 (1894) |
El primer bloque, “1894-1940. Una métropole en projets”, da cuenta de numerosos proyectos, muchos de los cuales no serán realizados. Pero esa es un rasgo de lo que ocurre durante todo el siglo: una intensa reflexión sobre el futuro de París. El primer capítulo, aborda numerosos temas, desde las estrategias basadas en la higiene y el pintoresquismo, al fin del haussmanismo y el retorno de la arquitectura autónoma, o al papel fundamental de la Exposición de 1900, a partir del concurso de 1894. Este episodio marcará el devenir del Oeste de París, sin dejar monumentos tan espectaculares como la anterior, la torre Eiffel de 1889, pero con un impacto muy superior en la ciudad, con el conjunto majestuoso y funcional y la articulación de las dos márgenes del Sena. La “Teoría y práctica de la ciudad moderna” y las grandes obras del periodo de entreguerras se abordan en los otros dos capítulos que analizan el periodo.
La Defense 1965 |
El segundo periodo, “1940-1974. Les métamorphoses de París”, trata de los “años malditos”, los “Trente Glorieuses”, lo cual constituye una toma de posición del autor frente a otros que conceden mayor atención al periodo anterior a la segunda guerra. Una de las grandes cuestiones de ese periodo, que en España llamamos “desarrollista”, es la de la violencia con la cual se llevan a cabo las renovaciones urbanas, tratando de profundizar en las verdaderas causas, tanto políticas como “doctrinales”. En este sentido, destaca el papel de algunas “personalidades fuertes” como Bernard Lafay (responsable municipal en los años 50) y su arquitecto de confianza Raymond Lopez, autor del “plan Lopez” de 1957 y de diversas propuestas de modernización de París, como la torre Montparnassse o la operación del Frente del Sena; o su sucesor Michel Holley, arquitecto nombrado por De Gaulle delegado general del Distrito de París y director del Schema directeur d’amenagment et d’urbanisme de la Région parisienne (SDAURP), que fija los ejes preferentes de desarrollo, los emplazamientos de las Villes Nouvellee y las infraestructuras de transporte. También autor del ambicioso proyecto de ordenación del sector de Italie, una “ciudad nueva” dentro de París (1968, ahora objeto de una exposición monográfica sobre el conjunto “Olympiades”). Otros episodios urbanísticos protagonizan la transformación radical que París experimenta en este periodo: La Defense, Les Halles, pero también las creación de los sectores protegidos, especialmente el barrio del Marais, a partir de la Ley Malraux de 1962.
Plan-programa para el Este de París |
El último bloque, “1974-2010. París aux cent visages”, analiza de forma sistemática las transformaciones más recientes de la ciudad, a partir de los ZAC (zonas de ordenación concertada), también de los Grand Traveaux iniciados por Miterrand. El rechazo del “urbanismo de torres y bloques”, el retorno de los barrios, las nuevas ideas de ciudad del Atellier parisien d’urbanisme (APUR). Esta última agencia representa bien el cambio de responsabilidades respecto a los arquitectos y tecnócratas que antes habían protagonizado las estrategias urbanísticas. La progresiva imposición de los nuevos paradigmas, especialmente la concepción compleja de los proyectos urbanos y la atención a las especificidades morfológicas de París son destacadas en relación a las operaciones llevadas a cabo en la década de los 80. Los debates y las decisiones en torno a la renovación del centro de París, una vez demolidos los pabellones de Les Halles, en 1971, resultan esclarecedores con la combinación de la idea de foro o plaza central de París y nudo del sistema de transporte urbano y metropolitano: “RER, fórum, jardín”. Estrictamente coetánea, la operación Beaubourg, compensa los errores cometidos en Les Halles. El “tiempo de los Grands Projets”, también es el de la creación de un nuevo sistema de espacios verdes (150 parques, entre los cuales los nuevos de Villette, Bercy, Citroën, Martin-Luter-King). El gran programa para el Este parisino, lanzado en 1983, se explica en clave de reequilibrio y de reconquista social de las áreas más desfavorecidas de la ciudad. La gran transformación del sector Paris Rive gauche, basada en la reconversión de espacios industriales y ferroviarios permite establecer comparaciones con las transformaciones experimentadas en otras ciudades, aunque la articulación entre grandes proyectos como el de la Biblioteque national de France (1998) domina el barrio central de Tolbiac, pero es también el motor de la mayor operación de las últimas décadas (junto con La Dèfense, el Frente del Sena y el barrio Olympiades).
Las reflexiones finales sobre los debates actuales en torno a “los paisajes de París y la memoria”, las “tentaciones de la altura”, con la proliferación de nuevos proyectos de edificios en altura, la recuperación y recualificación de los espacios públicos, o las reacciones a las tendencias hacia la configuración de una “ciudad-museo” en el centro de la aglomeración de casi 9 millones de habitantes, son más que pertinentes. En particular, las que insisten en la naturaleza de los ciclos urbanos o de “ese material primordial que es el tiempo para la ciudad, no sólo el de la fabricación sino también el de la aceptación de las concepciones urbanísticas. La alternancia entre el “ciclo de la memoria” y el “ciclo del progreso” está en la base de las propuestas para París 2020, en las que resultaría contradictorio pensar en un “urbanismo duradero”, precisamente en un momento de aceleración del tiempo y de los procesos urbanos.
Paris Rive Gauche |
En cualquier caso, para conocer los proyectos en curso y los de Paris 2020, es mejor acercarse al Pavillion de l’Arsenal, un centro de documentación que cumple ahora 25 años y que se ha renovado sustancialmente. En particular, la disponibilidad de una gran base de datos con documentación gráfica y cartográfica exhaustiva, permite conocer a fondo los numerosos planes y proyectos que, con las debidas correcciones, configurarán la ciudad de los próximos años. La “maqueta numérica”, un dispositivo de tecnología avanzada realizado en cooperación con Google y JC Decaux, nos muestra planos y vistas 3D de los proyectos…casi mejor a distancia que en el pabellón. Aunque eso no es excusa para visitar la ciudad, única manera de tomar el pulso a una ciudad que no se acaba nunca.
Referencias
Simon Texer, París contemporain. De Haussmann a nos jours, une capitale a l’ere des métropoles. Architecture et Urbanisme” (Parigramme, 2012)
Pavillon de l’Arsenal www.pavillon-arsenal.com
Paris 2020 www.parismetropole2020.com
Pavillon de l’Arsenal www.pavillon-arsenal.com
Paris 2020 www.parismetropole2020.com
Javier Monclús
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