domingo, 23 de junio de 2024

Taller de Urbanismo en Porta Romana y Viaje de Estudios a Milán

Este curso, en la asignatura de Urbanismo 2 Proyectos Urbanos, el taller de urbanismo se ha desarrollado en la ciudad de Milán, concretamente en el área de regeneración urbana de Porta Romana. Esta zona forma parte de un ambicioso proyecto de integración de diversos ámbitos ferroviarios en los que se encuentran instalaciones e infraestructuras en desuso. Los objetivos para estas áreas, aunque ya planteadas previamente, se han incluido y desarrollado en el último plan general de la ciudad, el Piano di Governo del Territorio 2030, aprobado en el año 2019.

Vista áerea de Porta Romana. Fuente: Google Earth

El área de Porta Romana se ubica al sur de la ciudad, en una zona de transición entre el centro histórico y la periferia. Forma parte del anillo ferroviario que discurre perimetralmente a lo largo de la ciudad, en el que también se encuentran otras áreas de regeneración urbana prendientes de intervención. Entre ellas cabe mencionar Scalo Farini, al Este, ubicada junto a la estación de Garibaldi y la nueva zona, ya desarrollada, de Porta Nuova. Otras áreas pendientes de recualificar son Lambratti, Rogoredo, Porta Genova o San Cristoforo. 

Porta Romana en el conjunto de la red ferroviaria de Milán. Fuente: PGT Milano

El ámbito del taller comprende una superficie de unas 20 Ha. En su entorno, al sur, nos encontramos con varios edificios industriales, algunos de ellos reconvertidos en oficinas y centros culturales, entre los que destaca la Fundación Prada, de OMA (2015). En el extreno norte se ha construido recientemente una residencia de estudiantes, dado que cerca se localiza la universidad Bocconi, siendo la ampliación de SANAA la parte que se encuentra más cercana. En la transformación urbana está previsto que se mantengan las vías ferroviarias que la atraviesan, actualmente en uso. Los mayores retos en la recualificación del área consisten en la integración urbana de las vías y en resolver el desnivel actual entre el ámbito de la calle Lodi, al Este, al tener que discurrir la red del ferrocarril sobre el túnel de la calle, que se encuentra elevada unos 6 metros respecto al resto del ámbito. 

Vista aérea de Porta Romana. Fuente: Google Earte

Otra cuestión a tener en cuenta es su relación dentro del proyecto del anillo verde de Milán y los "raggi" o rayos, franjas de espacios verdes que conectan el anillo con el centro, sin olvidar su relación y conexión con el parque sur agrícola y con los parques adyacentes al Oeste, como el Parco delle Memorie Industriale y el Parco Alessandrina Ravizza. 

Anillo verde de Milán. Fuente: Il verde a Milano.

La transformación urbana de Porta Romana se convirtió en prioritaria tras decidirse que albergue la villa olímpica de los próximos Juegos de Invierno a celebrar en Milán en el año 2026. Para determinar la ordenación se convocó un concurso internacional ganado en 2021 por el equipo internacional multidisciplinar formado, entre otros, por Diller-Scofidio+Renfro, Carlo Ratti, Arup, PLP Architecture y Andreas Kipar (LAND).


Master plan de Porta Romana, Fuente: Scaloportaromana.com

 La propuesta ganadora planteba como elementos principales los siguientes:

- Eco-zona: Una zona de parque a ambos lados de las vías del ferrocarril, que discurre longitudinalmente a lo largo del ámbito, con una anchura aproximada de unos 20 metros.   

-  Il Parco: un parque en el área central, que se va elevando con una pendiente del 5% para poder superar la cota del tren que en dicho tramo discurre bajo un falso túnel y que permite atraversar longitudinalmente el ámbito a ambos lados de las vías.

- Foresta sospesa: Una pasarela elevada unos 10 metros respecto a la cota del tren que recorre las vías en algunos tramos y que permite, conectándose con distintas pasarelas, atraversar el ámbito. La estructura del bosque elebvado incluye un espesor de tierra suficiente para disponer arblodado de medio porte a lo largo del paseo elevado. 

- Plaza Lodi elevada: En el área de Lodi se plantea la mayor parte de los usos terciarios, oficinas y comercios, con una serie de escaleras y plataformas a distintos niveles para conectar la calle con la cota del resto del ámbito. 

- Usos industriales: Se recuperan los antiguos edificios industriales del suroeste para su conversión en zonas de ocio, deportivas, comerciales y de restauración, generando junto a esos edificios una plaza pública para disfrute de las viviendas, que se disponen en su mayoría en esta zona. 

Master plan de Porta Romana. Fuente: Scaloportaromana.com

La urgencia de la celebración de los Juegos llevó, por parte de la empresa promotora, a convocar un nuevo concurso específico para el área destinada a la villa, en el lindero suroeste. En el diseño, el equipo ganador, SOM, mantiene algunas de las cuestiones planteadas en el master plan general, como la recuperación de las edificaciones industriales para usos comerciales, de restauración y un mercado. La mayor diferencia reside en la disposición de las viviendas para los atletas, ahora en seis bloques orientados de norte a sur, planteando unas zonas comunes amplias en el interior del edificio. Está previsto que después de los Juegos estos bloques se destinen a residencias de estudiantes.  

Vista aérea del plan para la villa olímpica de SOM. Fuente: Scaloportaromana.com

La sostenibilidad es una de las cuestiones más tenidas en cuenta en la propuesta, con edificios que reducen su impacto, siendo casi de energía cero (NZEB). Parte de la energía se producirá mediante técnicas de climatización pasiva, paneles solares y cubiertas vegetales, reduciendo las emisiones de CO2 en un 40%. Se incorporan sistemas para ahorrar el consumo de agua para beber en un 50%, incluyendo la recogida y reutilización del agua de lluvia. Se usarán materiales sostenibles, como madera y materiales con bajas emisiones de carbono. 

Vistas de la propuesta de SOM para la villa olímpica. Fuente: Scaloportaromana.com

La propuesta a realizar por los alumnos en el taller debía considerar los planes previstos para esta área como referentes, valorando las soluciones planteadas en la medida en que resuelven los problemas del ámbito pero, a su vez, considerando opciones más creativas y adecuadas que las planteadas en estos planes. El programa de usos a implantar era principalmente residencial, con aproximadamente 1.000 viviendas, unos 40.000 m2 de usos terciarios y varios equipamientos, entre los que debía disponerse, al menos, un colegio de primaria o centro educativo, un centro de salud, un área deportiva y una residencia comunitaria, ya sea para estudiantes, artistas o para la tercera edad. Además de los usos descritos, se debía prestar especial atención a las zonas verdes y espacios libres, creando un parque o plaza como espacio público de mayor actividad urbana del sector. 


Viaje de estudios a Milán

Al final del periodo lectivo se realizó el viaje de estudios del Grado a Milán, aprovechando el análisis y estudio realizado durante el curso sobre la historia y evolución urbana de la ciudad. El viaje tuvo lugar entre los días 17 y 21 de enero de 2024, organizado por las áreas de Composición Arquitectónica y Urbanismo y Ordenación del Territorio, al que asistieron diversos profesores de estas áreas, como Carmen Díez Medina, Javier Monclús, Basilio Tobías, Sergio García-Perez y Andrés Fernández-Ges. El miércoles 17 por la tarde, un primer grupo realizó un breve recorrido por  el centro de Milán visitando, entre otras, la iglesia de Santa Maria delle Grazie y la Pinacoteca de Brera. 

La catedral, Il Duomo, de Milán

Los recorridos previstos inicialmente durante los cuatro días del viaje se pueden consultar en el siguiente enlace de google maps. Aunque durante los trayectos se realizaron algunas variaciones de los mismos, la mayor parte del viaje se refleja en dicha página web:

Jueves 18: Centro histórico

El primer día se dedicó a realizar un intenso recorrido por el centro histórico de Milán. Comenzamos el itinerario en el entorno del Duomo, concretamente en la Piazzeta Reale, espacio configurado por la forma del Palacio Real, que extiende sus brazos laterales conformando la plaza. El Palacio fue sede del gobierno durante varias épocas y la remodelación del mismo la llevó a cabo Giuseppe Piermarini (1772-82), que demolió parte del edificio para conformar en plaza lo que anteriormente era un patio del edificio. Actualmente alberga un centro cultural con diversas exposiciones entre las cuales, cuando lo visitamos, se encontraba la exposición Le mie cittá, del fotógrafo Gabrielle Basilico, con una muestra de sus fotografías en diversas ciudades.


La Piazzeta Reale y al fondo el Duomo de Milán

El recorrido continuó hacia el Este, visitando la Piazza Fontana, también de Permarini (1782) para llegar a la más reciente Apple Piazza, de Norman Foster (2016-18), en la que la tienda de Apple se ubica bajo una escalinata que desciende desde el nivel del terreno a una cota inferior de acceso. Al local subterráneo se puede acceder tanto desde una entrada de vidrio en la planta bajo rasante como desde una cascada de agua sobre una pared vidriada al nivel de la planta calle. Un ejemplo de espacio comercial con vocación urbana, cuya afluencia es mayoritariamente del público más joven. 



Diversas vistas de la Apple Piazza y sus accesos

Tras recorrer el Corso Vittorio Emanuele II, actualmente una vía peatonal de tráfico compartido, nos dirigimos a la plaza de San Babila, donde se ubica la Basílica del mismo nombre. En el número 24-28 del Corso nos encontramos con el complejo de viviendas y oficinas del estudio milanés BBPR construido entre 1968 y 1972. El estudio BBPR, formado por Gian Luigi Banfi, Ludovico Belgiojoso, Enrico Peressutti y Ernerto Nathan Rogers se caracterizó por su gran influencia en la cultura arquitectónica milanesa, sobre todo Rogers, como director de las revistas Domus y Casabella-Continuitá, que tuvo dos etapas: una primera más racionalista y una posterior, a partir de los años 50, caracterizada por una crítica al Movimiento Moderno y la búsqueda de un nuevo diálogo con la tradición. En la plaza Meda también nos encontramos con otro edificio de BBPR, el Chase Manhattan Bank (1958-69), en el cual se pueden observar semejanzas, en cuanto a la estructura, aunque en este caso metálica, con la torre Velasca. 

Edificio Chase Manhattan Bank, de BBPR (1958-69)

Hasta llegar a la plaza de La Scala pudimos contemplar obras como el edificio de viviendas y oficinas de Luigi Caccia Dominioni (1966-70) en la via Adalberto Catena, entre el edificio Chase de BBPR y el ábside de la iglesa de San Fedele; el Palazzo Belgioioso, de Giuseppe Piermarini (1775-80) o la plaza y la iglesia de San Fedele, fachada original del palazzo Marino, donde nos dejaron acceder brevemente.

Plaza e iglesia de San Fedele

En la plaza de la Scala, además del teatro de la Ópera, también de Piermarini (1778), se encuentra el palazzo Marino, con planta prototípica de palacio milanés del S.XVI; la Gallerie d´Italia, museo de arte contemporáneo italiano y el acceso a la Galleria Vittorio Emanuele II, el espacio comercial más característico de Milán, de Giuseppe Mengoni (1863).

Plaza de la Scala, con el teatro al fondo

Interior de la galería Vittorio Emanuele II

Tras recorrer la galería y volver a la plaza del Duomo nos dirigimos a la piazza dei Mercanti y a la via Dante, para llegar al Castello Sforzesco, palacio cuya configuración actual data del siglo XV, diseñado  por Filarete, el cual construyó, entre otros elementos, la torre central. En su museo se encuentra la Pietá Rondanini, que se considera como la última obra esculpida por Miguel Ángel, en el año 1564. 

Via Dante, con el Castello al fondo

Acceso y patio interior (debajo) del Castello

La Pietá Rondanini, de Miguel Angel

Junto al Castello y el parque Sempione se encuentra una de los edificios residenciales más elegantes de Ignazio Gardella, la Casa Tognella o casa al Parco (1947-53). El edificio de viviendas plantea un piso por planta en los que destaca su claridad programática: salas de estar y comedor en un bloque con amplias terrazas que vuelcan hacia el parque; dormitorios y servicios en el bloque opuesto, con un espacio intermedio de relación en el que se ubican el vestíbulo, cocina y núcleos de comunicación. La estructura combina muros de carga en la zona de servicios con pilares de hormigón en las zonas de estar, que permiten una mayor flexibilidad y espacios abiertos tanto en el interior como en las terrazas al exterior. Aunque Gardella no la consideró una de sus mejores obras, es innegable su elegancia, tanto en la composición de las fachadas, sobre todo en el bloque posterior de la zona de dormitorios, como en el uso de los materiales y en el remate de la cubierta.

Casa al Parco, de Gardella (1947-48)

Planta tipo del edificio. Fuente: Pierini, Orsina Simona y Alessandro Isastia, Case Milanesi 1923-73,  Hoepli Editore, Milano, 2017.

Del parque Sempione volvimos al centro histórico para encontrarnos con la profesora Simona Pierini, que nos acompañó el resto de la jornada y con la que nos dirigirnos hacia otros dos hitos arquitectónicos de Milán: la torre Velasca, de BBPR (1951-58) recientemente restaurada y el edificio de viviendas y oficinas del Corso Italia, de Luigi Moretti. El edificio de Moretti se encuentra en estos momentos en restauración, por lo que solo pudimos contemplar una parte del mismo. La torre Velasca ha recuperado su esplendor como símbolo de la arquitectura milanesa, con una construcción que continúa siendo controvertida, tanto por la gran presencia y materialidad que le confieren sus fachadas, con el uso combinado de la piedra y los paneles prefabricados de virutas de mármol y clínker; como por la estructura de hormigón que resalta sobre todo en los voladizos del volumen superior. El edificio combina oficinas y comercios con apartamentos residenciales en la parte alta en voladizo de la torre, en una clara respuesta contraria al Movimiento Moderno y a los rascacielos de la época, combinando tradición con modernidad. La restauración del edificio también contempla una renovación de su entorno urbano, con la peatonalización de toda la plaza y la inserción de zonas verdes.


Planta baja y planta tipo de oficinas. Fuente. Urbipedia.org

Planta de apartamentos de servicio y planta tipo de viviendas. Fuente. Urbipedia.org

En el mismo Corso, cerca del edificio de Moretti y frente a la plaza y basílica de Santa Eufemia, se encuentra el edificio de usos mixtos de Luigi Caccia Dominioni. El edificio se caracteriza por disponer un cuerpo bajo de tres plantas en la parte central, que reduce la escala del edificio a la calle y el que se ubican los usos terciarios. Este volumen de menor altura permite las vistas a la calle del volumen posterior, de mayor altura, ubicado entre el Corso y el patio interior, alrededor del cual se configura la edificación. Al patio se puede acceder por un paso desde uno de los pórticos de la planta baja. 

Las siguientes visitas fueron el edificio de viviendas de Figini y Pollini (1955-57) en el número 1 de la Via Circo y el edificio XXI Aprile de Asnago y Vender (1950-56) en Via Lanzone, 4, para llegar a la Piazza Sant´Ambrogio dode se ubican el claustro y la basílica del mismo nombre. El edificio XXI Aprile plantea dos volúmenes en T, con el volumen hacia la calle más bajo, de tres plantas y ático retranqueado, para alinearse a la cornisa de las edificaciones existentes, mientras que el edificio perpendicular a la calle se eleva hasta las ocho plantas, alrededor de un patio. El carácter de los dos volúmentes también difiere considerablemente. Mientras la fachada del bloque a la via Lanzone se resuelve con un aplacado de mármol blanco y mediante una composición ritmada de huecos verticales, en clara referencia al del resto de edificaciones de la calle, el bloque interior, despojado de las referencias del entorno urbano, se resuelve con losetas cerámicas de color ocre claro y con una composición racionalista de ventanas horizontales corridas. Esta diferenciación morfológica no se refleja en la disposición de los usos, ya que las oficinas se disponen en las tres primeras plantas de ambos volúmenes, mientras las viviendas se plantean en las plantas superiores del volumen interior.  

Edificio XXI Aprile de Asnago y Vender, en via Lanzone

Claustro de acceso a la Basílica de Sant´Ambrogio

En la plaza también se encuentran la casa Caccia Dominioni (1947-49), en la que se puede acceder al edificio de viviendas y patio contiguo, en este caso de Asnago y Vender (1948).


Como última visita del día, ya anocheciendo, Simona Pierini nos acercó a su estudio, en el Corso Sempione, cerca del cual se encuentra una de las obras más reconocidas de Giuseppe Terragni, la Casa Rustici (1933-36). En este edificio, el arquitecto continúa la configuración de la manzana existente al disponer dos bloques enfrentados, con un patio longitudinal entre ellos. El encuentro de estos dos bloques con el Corso Sempione se resuelve mediante unos balcones corridos que unifican los dos volúmenes y permiten la entrada de la luz natural al patio. Un sistema de pasarelas conecta los dos bloques a diferentes niveles, generando un espacio común de relación social.


Plantas del edificio. Fuente: Giuseppe Terragni, opera completa 1925-42, Marciano, A.F., Roma: Officina Edizioni, 1987.


Viernes 19: Universidades, centros culturales y viviendas de la modernidad

El día siguiente se dedicó a las áreas de ensanche. La primera visita del día fue a la torre Pirelli, de Gio Ponti y Pier Luigi Nervi (1956-60), junto a la estación central de Milán. Esta imponente torre de oficinas alberga en la actualidad el Consejo Regional de Lombardía. Destaca por su forma rectangular que se estrecha en los extremos, lo que le da una mayor esbeltez. Esta forma de huso viene definida por la ubicación de los núcleos de servicios en las esquinas que, junto con el núcleo de comunicaciones central, generan la estructura. La intención de acentuar su verticalidad se enfatiza con la apertura de los huecos en los chaflanes de los extremos. Esta verticalidad contrasta con el basamento de cuatro plantas, dos en altura y otras dos bajo rasante. En su momento se convirtió en el edificio de mayor altura de Milán y en un icono, tanto para la ciudad como para la empresa Pirelli.  


Planta y secciones de la torre Pirelli

En el recorrido hacia el Pabellón de Arte Contemporáneo (PAC) de Gardella (1949-53), pudimos visitar varios edificios en la Via Vittorio Pisani y la plaza de la República. Entre otros, la casa Bonaiti, de Giovanni Muzio (1935-36) y el edificio de viviendas de BBPR en via Daniele Manin (1937). En la plaza de los Estados Unidos pudimos contemplar la Ca´ Bruta (1922), de Muzio y el Palazzo Montecatini (1935-38 y 1947-51), de Gio Ponti.

Ca´ Bruta (1922), de G. Muzio

Palazzo Montecatini,(1935-38 y 1947-51), de G. Ponti

Atravesando el Giardini Indro Montanelli llegamos al al Pabellón en Villa Reale de Ignazio Gardella (1949-53), reconstruido por completo en 1996. La forma triangular del pabellón surge del espacio comprendido entre el muro a la vía Palestro y las dependencias de Villa Reale. El interior del pabellón se resuelve con una combinación fluida de diferentes ámbitos. Un espacio principal en dos niveles que se vuelca hacia el parque, con el que se relaciona mediante una pared de vidrio en toda su longitud. En las diferentes salas al interior, éstas se iluminan mediante lucernarios que, con el trabajo de la sección iluminan las salas con luz tamizada, en un ejemlo de la sutileza y elegancia característica de las obras de Gardella. En el jardín, junto al exterior del pabellón, realizamos una foto de grupo.

Acceso al pabellón







Foto de grupo en el jardín del pabellón

La siguiente visita fue a la Universidad Bocconi, donde conviven los primeros edificios construidos del Campus con los más recientes de SANAA, con varios edificios que generan trazados sinuosos alrededor del espacio verde. Los diferentes volúmenes albergan aularios, dormitorios, un auditorio y un polideportivo. 




También visitamos algunos edificios primigenios de la Universidad, como el edifiico de Giuseppe Pagano (1937-41) y otros más recientes, como el de de las arquitectas premio Pritzker Grafton Architects (2008), antes de comer en el Campus.


Exterior y patio del edificio de Grafton Architecs (2008)

Interior del edificio principal de Pagano (1937-41)

Por la tarde teníamos una de las visitas más esperadas del viaje: el Condominio Giardini d´Ercole (1951-54), de Gardella, en via Paolo Marchiondi, 7. En la casa, en la cual vivía el propio Gardella, nos esperaban Fabio Nonis y la nieta del arquitecto para explicarnos el edificio y su historia. Fabio trabajó y colaboró con Gardella desde el año 1988, asumiendo las responsabilidades operativas del estudio, así como coordinando el diseño y la dirección artística de numerosas obras. Fue un placer y un lujo contar con ellos para conocer esta fantástica obra de Gardella. 

El condomino dispone 15 viviendas en 8 plantas de altura. Su estructura es de pórticos de hormigón armado que confieren libertad y flexibilidad a la distribución de las plantas, lo que produce que todas las viviendas sean diferentes. Esta diversidad se observa en la composición de la fachada principal, de yeso rosa, en la que los frentes acristalados de las terrazas difieren en cada altura. 



Planta baja y plantas alzadas del Condominio


De ahí, acompañados en este caso por el profesor Giulio Barazzetta, visitamos las viviendas en la Via Quadronno (1960-62), de Bruno Morassutti y Angelo Mangiarotti junto al ingeniero Aldo Favini. El edificio se caracteriza por la forma orgánica que producen los quiebros en la fachada, con la que consiguen un mayor aporte de luz al interior. La fachada se construye a base de paneles prefabricados modulares. La estructura retranqueada permite alternar libremente entre paneles ciegos y vidriados, en función de la distribución interior. El objetivo de los arquitectos era poder mantener el carácter del edificio independientemente de los múltiples cambios que se pudieran producir en el interior de la viviendas, produciendo arquitectura con la voluble disposición de los paneles. 

En via Quadronno con Giulio Barazzetta


Planta de las viviendas

Por último, nos dirigimos al Departamento de Regeneración Urbana de Milán, donde tuvimos un encuentro con el Dr. Matteo Motti, que amablemente nos explicó los proyectos más importantes de regeneración urbana previstos en la ciudad para los próximos años. 


Sábado 20: Periferias urbanas y áreas de nueva centralidad.

El sábado comenzamos el día alejados de Milán, concretamente en el barrio de Baranzate, para visitar la iglesia de Morassutti y Mangiarotti, también en este caso con el ingeniero Aldo Favini (1956-58). En este edificio, restaurado recientemente, los arquitectos ya muestran su interés por la prefabricación e industrialización en la arquitectura que continuarán en las viviendas de la via Quadronno. Destaca su preocupación por los detalles constructivos y la articulación entre la estructura y la cubierta de hormigón con la fachada no portante de vidrio traslúcido, que permite la entrada en la iglesia de una luz natural tamizada.




De allí volvimos al centro de Milán, al área de nueva centralidad de Porta Nuova, donde habíamos quedado con el profesor Stefano di Vita para que nos explicara este proyecto estratégico. Ubicado entre la estación Central y la estación Garibaldi, con una superficie total de 29 Ha, en unos suelos donde antiguamente se ubicaron dependencias ferroviarias e industriales, se ha configurado como un área de usos mixtos con un fuerte componente terciario, donde se combinan grandes edificios de oficinas y viviendas alrededor de un gran espacio público, el parque Biblioteca degli Albero, de unas 9 Ha de superficie. El proyecto surge del posicionamiento a escala global de Milán, junto con la estrategia de grandes eventos llevados a cabo en la ciudad, como la Expo 2015 y los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.

En Porta Nuova con el profesor Stefano di Vita

Para su desarrollo, el área se dividió en tres zonas: Garibaldi, Isola y Varinese, en las que se realizó un Master plan diferente para cada una, realizados por Pelli Clarke & Partners, Boeri Studio y Kohn Pedersen Fox, respectivamente, entre 1999 y 2003. El área comprende un total de 140.000 m2 de oficinas, 40.000 de usos comerciales y 403 viviendas.

Vista áérea de conjunto de Porta Nuova

Hicimos un recorrido por los diferentes espacios de esta actuación de gran escala, entre los que nos encontramos la torre Unicredit (2014), de César Pelli, el edificio circular más voluminoso del ámbito, configurado alrededor de la plaza comercial elevada Gae Aulenti. Entre los edificios más conocidos en la zona, el icónico Bosco Verticale (2014), de Stefano Boeri, o la torre de viviendas Solaria (2013), el complejo residencial más alto de Milán, diseñado por Architectonica.

Parque BAM - Biblioteca degli Alberi


Torre Unicredit alrededor de la plaza Gae Aulenti

Cerca de Porta Nuova pudimos visitar la fundación Feltrinelli (2008-15) de Herzog & de Meuron, justo antes de comer, en la zona, tras lo que el grupo se dividió entre alguno de los conjuntos urbanos previstos, como QT8 o Feltre, y entre la reciente actuación de City Life.

En resumen, una ciudad llena de arquitectura y urbanismo de calidad, donde la elegancia de la ciudad de la moda reside también en el diseño, la recuperación y cuidado de sus espacios públicos. 


Propuestas urbanas en Porta Romana:

Tras el desarrollo del taller durante el curso, los alumnos presentaron sus propuestas urbanas para el área de Porta Romana, en las que encontramos algunas cuestiones similares. Por un lado, la intención de replantear el Master plan vigente en su totalidad, descartando un enfoque por áreas diferenciadas entre la futura villa olímpica y el resto. Por otro lado, la prioridad de conectar las distintas zonas mediante recorridos peatonales, sobre todo transversales, pero también longitudinales; la permanencia de la mayor parte de las preexistencias, integrándolas en la propuesta; la mezcla de usos a lo largo del ámbito y la generación de una gran superficie verde como elemento configurador y vertebrador. 

En la cuestión que más divergencias encontramos es en la manera de abordar la integración de las vías ferroviarias que debían mantenerse. En este sentido, la propuesta realizada por Antonio Marcos Lage, María Fernanda Ortega, Khaddouj Titah y Borja Turrientes plantea un gran parque central a lo largo del ámbito con la disposición de la edificación en el perímetro del área. De este modo, las vías quedan integradas en el parque, separándolas del mismo mediante un trabajo en sección. Las conexiones peatonales se resuelven con pasos elevados que, al tener una gran longitud, permiten la formación de suaves pendientes. En algunos puntos concretos, la edificación se separa de la alineación de la calle para formar plazas de carácter más urbano y evitar una excesiva sensación de muro frente al vial. 





En la misma línea plantea la integración de las vías la propuesta del equipo formado por Luis Javier Aznar, David Berges, Javier Maluenda y Christopher Van Kerrebroeck. En este caso, la formación de pendientes como barrera frente a las vías, tanto visual como acústica, se aprovecha para la recogida del agua de lluvia y su reutilización como sistema de riego para el propio parque.






Por el contrario, el equipo de Andrea Bañares, María Clavería, Joaquín Domingo y Claudia Gracia propone una solución que renuncia a la integración de la vía ferroviaria en el espacio público, configurando longitudinalmente varias manzanas cuyos espacios privados dan frente a las vías. A su vez generan un nuevo paseo paralelo a las vías que desemboca en una gran plaza rehundida, espacio en el que las vías discurren por encima, formando un viaducto que se aprovecha para disponer espacios comerciales bajo las vías, de modo similar a la solución planteada en el Viadukt de Zürich West. 






Por último, el equipo formado por Diego Blasco, Lucía Gómez y Natalia Rodríguez se centra en el análisis del transporte público a escala de ciudad, llegando a la conclusión de la conveniencia de trasladar la estación existente de Porta Romana al interior el ámbito de actuación. Con ello logran un transbordo más efectivo, debido a los desniveles en la zona de Lodi y a la mejora que se consigue al integrar la nueva estación en un área de centralidad terciaria. El desnivel se aprovecha para generar la estación subterránea y plantear sobre ella un espacio de plaza amplio que conecta con el parque que discurre a través del área longitudinalmente.  






Este curso se ha profundizado en el conocimiento de una capital europea, en este caso Milán, a dos escalas, global y local, analizando su historia y evolución urbana, así como sus elementos configuradores, los tejidos urbanos, el anillo verde y las redes de transporte público metropolitano. También se ha analizado un área concreta de regeneración urbana de la ciudad y se ha comprobado el análisis y estudio de la ciudad recorriéndola in situ, tanto la arquitectura como la disposición y diseño de sus espacios públicos, como un elemento fundamental  en la formación de los futuros arquitectos.

Andrés Fernández-Ges, profesor de Urbanismo de la EINA